El edificio es una muestra del historicismo del S. XIX, con elementos añadidos, tanto decorativos como arquitectónicos de épocas anteriores a los siglos XIV-XVI que aumentan su valor. El museo se centra en la historia de Cisneros y de su época, y de la Universidad de Alcalá desde fines de los siglos XV y XVIII.
Una joya modernista en el centro peninsular, un capricho neomudéjar que salió de una mente polifacética como fue la de Manuel José de Laredo y Ordoño. Un hombre, un pintor, dibujante, escenógrafo, arquitecto, restaurador, diseñador, e incluso, alcalde de Alcalá entre los años 1891 y 1893. Un tío que en definitiva, yo no sé que se fumaba, pero le daba buen resultado.
El palacio es una amalgama de piezas arqueológicas reutilizadas en su construcción, bóveda e inscripciones del siglo XIV procedentes del castillo de Santorcaz, yeserías del Palacio Arzobispal, etc. Pero también abunda una pasión evidente por la Alhambra, mostrada tanto en la llamada Sala árabe de este edificio, como en la restauración llevada a cabo por él en el Palacio Arzobispal, donde las yeserías no eran mudéjares castellanas, sino de clara motivación granadina y sevillana.
Por muchas fotos que se pongan del edificio no te haces a la idea de la maravilla que esconde a los sentidos, hay que verlo.
Me estoy poniendo demasiado serio, necesito ver los programas grabados de Gran Hermano VIP y ayudar al Pocholo en la búsqueda del sentido de la vida, las juergas, alcohol y drogas. O ir al programa de Buenafuente para hacer la competencia al Neng.
Museo dependiente del Centro de Estudios Cisneros. 3 eurillos que merecen con mucho la pena.